En el país del sol naciente no existe la “costumbre” de las propinas, ya los empleados son bastante mejor pagados que en otros lugares del mundo y en este sueldo ya va incluida la propina por parte del patrón, ante todo está el cliente el cual es tratado como un rey, con reverencias, sonrisas y preguntado en todo momento si necesitas algo más, a pesar de este estupendo servicio una propina no es necesaria y hasta es considerada falta de respeto por los trabajadores, si llegases a dejar 1 yen de cambio no dudes que el trabajador hasta la esquina para dártelo.
Así que si algún día tienes la oportunidad de ir a este estupendo lugar ya sabes, vale más un arigatô gozaimasu (gracias) con una sonrisa, que dejar una propina.