Los lagartos cornudos, son del
grupo de agamidos (Phrynosoma) son un género de saurópsidosescamosos de la familia Phrynosomatidae.
Se caracterizan por tener
el cuerpo aplanado en forma oval con una hilera de espinas rodeando los costados y una especie de cuernos en la cabeza.
La forma y número de los
cuernos en la cabeza varía según la especie.
Suelen eludir a sus
depredadores (el perro y el coyote) huyendo, sin embargo cuando no son lo
suficientemente veloces para escapar arrojan sangre en forma de chorro, a
través de una glándula en los lagrimales, esta sustancia cuenta con una muy
mala fragancia y sabor, por lo que es muy efectiva ahuyentando a los
depredadores.
Es inusual que este
comportamiento se repita en presencia del hombre, aunque algunos especímenes lo
hacen cuando se sienten amenazados.
Usualmente se refugian entre arbustos, piedras y troncos, aunque en
búsqueda de protección esta especie se suele enterrar (con el fin de conciliar
el sueño y alejarse de los depredadores), si las condiciones del suelo son las
adecuadas. Alcanzan más de los tres años de edad antes de perecer.